The novel Tómas Jónsson metsölubók, translated to Spanish by Enrique Bernárdez.
From Tomas Jonsson: bestseller:
Me pondría en pie dificultosamente. Encendería la luz. (Cómo iba a encenderse si los fusibles los tenía yo guardados. A mis espaldas tenían unos fusibles de repuesto que usaban cuando yo estaba durmiendo. Haciían los fusibles con clavos en vez de con los plomos.) Me imaginaba que alguno de ellos estaría acechando la luz de mi cuarto – y se ponían a ello. Soltaría un tosido profundo, sofocante, como si lo tuvíera todo bien cogido en los pulmones, y sacaría fuera toda aqueme di cuenta de que ellos sabían que las flemas las tiraba al orinal. Luego pensé alejarlos con el ruido del despertador. Último aviso: silbé con indiferencia e hice ruido moviendo la silla por el suelo.
Con cuidado me coloqué de través bajo las sábanas, que se hincharon a su alrededor el campesiono se incorporó en la cama y gozó de la presencia de ellos dos y el vaquerizo los poseía a los dos alternativamente después de atender a las bestias el peon se ocupaba de las vacas antes de echarse a dormer y tiraba las oobras del heno de los caballos y daba unas palmaditas a la jaca alazana y cerraba el establo con llave al campesino lo despertó un pie frío en el bajo vientre el edredón se le había caído y a la luz de la luna el pie parecía pálido como si fuera de un cadaver pálido muerto la luz de la luna iluminaba el pie como con el pie aquel que se desenterró cuando Jonas mandó cavar en el camino que atraviesa el cementerio y los perros lo sacaron donde reposaban los comerciantes papareció la pierna en el suelo a la mañana siguiente y el campesiono cogió sobraseltado el pie helado porque se había dormido buscó el otro con la mano y encontró un pie ardiente y sudoroso debajo de las sayas de Lykafron.
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